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Son muchas las iniciativas prenavideñas en Appiano/Eppan, y el mes de diciembre suele ser el punto álgido, tanto entre bastidores, en las oficinas de la Asociación de Turismo, como para los visitantes de los numerosos eventos: los largos desfiles de San Nicolás y Krampus, la contemplación de los belenes de San Pablo, las luces navideñas de San Miguel, la Navidad en Cornaiano y el mercado navideño, pero también eventos religiosos de tradición cristiana, como el Belén Viviente durante el Adviento. La pasión por revivir y conocer las antiguas tradiciones navideñas de los pueblos ha crecido año tras año en los últimos tiempos. Pero entonces llegó la pandemia y con ella los temores sobre la viabilidad de los eventos. Con esta experiencia en mente, la Asociación de Turismo de Eppan intenta preparar el próximo invierno con sumo cuidado y la cautela necesaria adaptando el ambiente en torno a las luces, la artesanía y el entretenimiento navideño.

La fascinante tradición del Krampus

La fuerza del mal es abrumadora, pero el hecho de que haya un ser humano tras la mueca terrorífica, la máscara de madera con cuernos finemente tallada, y el pelaje que huele a cabra, convierte a estas criaturas demoníacas en héroes. El hecho de que las campanas y los cascabeles, los látigos, los palos y las colas de caballo, incluso las antorchas y el humo se utilicen (casi) sólo simbólicamente, eleva entonces a Krampus a la categoría de cuento de advertencia sobre el mal comportamiento de los niños: súper importante es el tema del respeto, y para los adultos probablemente también la ambigüedad entre el bien y el mal (Nicolás-Krampus). En nuestros lares, esta costumbre había caído en el olvido durante un tiempo, pero hace unos quince años, las dos asociaciones de Tuifl ('Wild Monn Tuifl aus Girl'/Cornaiano y 'Schildhauser Tuifl' en Ganda) desempolvaron la vieja tradición y cosecharon una avalancha de éxitos.

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